Dicen que los propósitos que uno se hace son más fuertes el primer día. Hoy es ese primer día del curso para nosotros; el día de hacer fuertes nuestras promesas, de reforzar nuestras debilidades, de seguir creyendo en lo que hacemos bien, de avanzar y saltar la piedra de nuestra rayuela con el fin de lanzarla, en el siguiente turno, aún más lejos. A veces, ese salto nos cuesta más trabajo, pues pensábamos que el obstáculo o reto iba a ser más sencillo de saltar, nos confiamos y caemos; otras veces, el impulso es tan amplio que lo solventamos sin dificultad. Lo importante en ambos casos es continuar hasta el final, da igual las veces que te caigas, seguro que tu propósito vale la pena.
Este curso pasado ha sido un curso bonito, donde hemos aprendido muchas cosas de nuestros/as alumnos/as. Nos han regalado momentos inolvidables, sorpresas en forma de éxitos, anécdotas llenas de carcajadas, emociones que erizan el vello, pero sobre todo aprendizajes. Lo bonito de esta profesión o, mejor dicho, lo bonito de ser Abacademia es que no dejas de recibir enseñanzas sin esperarlas. Nos pasa mucho que, en el trayecto de la academia a casa, recordamos momentos que hemos tenido durante las clases y eso nos saca una gran sonrisa antes de llegar a casa y encontrarte con los tuyos, ¿bonito, no?
Hoy, 13 de septiembre, comenzamos una nueva etapa, un nuevo curso que seguro va a ser magnífico. Tropezaremos más de una vez, pero al final conseguiremos completar nuestro juego. Ya sabéis: la vida es una rayuela, para ganar tienes que superar obstáculos. Hay que ser valientes.
¡Feliz curso!
2 respuestas
Me encanta el artículo. Bonito pensamiento para encarar un nuevo curso.
Muchas gracias, María Dolores.